Día 5
10 Aug 2014Posted
Shibuya
Después de varios días recorriendo esta increíble ciudad, ya nos tocaba acercarnos al famoso cruce de calles de la estación de Shibuya. Los transeúntes que cruzan diariamente este semáforo se cuentan por millones.
El famoso cruce
Nuestro plan, muy sencillo, consiste en sentarnos tranquilamente en el Starbucks frente al cruce a ver pasar a la gente.
Al rato, decidimos cambiar de punto de vista y vamos andando hasta el punto opuesto, un paso elevado dentro de la propia estación de tren. Las vistas desde aquí son muy malas, así que nos quedamos poco tiempo.
Justo en la plaza cercana a la estación, podemos tomarnos una fotografía con el perrete Hachiko.
¿Y qué hemos aprendido que se puede hacer en cualquier barrio de Japón? Ir de tiendas. Wii…
Shibuya 109
Nuestro primer destino es la famosa Shibuya 109. En su interior, 8 plantas de ropa. Me gusta este centro comercial porque, frente al resto que vimos durante todo el viaje, es el que más japonés parecía debido al tipo de ropa que se exponía. Tal y como cuento en este artículo [TODO] la ropa aquí expuesta era de ese estilo: niña o piji-gótica.
Al salir, el tiempo a cambiado y llueve bastante fuerte, así que cambiamos nuestro itinerario para refugiarnos dentro de alguno de los museos que ofrece la ciudad.
El museo Edo-Tokyo
Este museo hace un recorrido por toda la historia de la ciudad. Desde su creación hasta la época más reciente. Destacan las enormes maquetas de la ciudad con cientos de personas representadas fielmente (rasgos, ropa, actividades…). Se puede pedir una audio guía (dejando un depósito en metálico) o esperar a que alguno de los guías voluntarios esté disponible (los hay en inglés).
Ramen
Al salir, ya ha parado de llover pero estamos hambrientos. Por casualidad damos con un sitio de ramen cercano al museo donde probé uno de los mejores ramen de todo el viaje.
En este sitio, puedesde pedir un extra de fideos gratis al grito de: kae-dama!!
Takeshitadori
Para no perder la costumbre, nos acercamos a este famoso callejón de la ciudad donde, podéis adivinarlo, hay una cantidad ingente de tiendas.
De vuelta a Shibuya
Para no quedarme con las ganas de ver este sitio por la noche, nos volvemos a acercar al conocido Starbucks para sentarnos durante un rato a disfrutar de la iluminación nocturna del cruce y la gente vestida de manera más informal.